Al nacer su hijo, su piel es inmadura, tomará de dos a tres años para que se realicen todas las funciones. Artículos de tocador, cuidado de la piel, ropa e incluso ropa … su pequeña piel frágil necesita la máxima suavidad.
Asesoramiento de nuestro especialista, Dr. Agnès Gougerot, dermatólogo, para una higiene adecuada.
- Al nacer su hijo, su piel es inmadura, tomará de dos a tres años para que se realicen todas las funciones. La epidermis de los bebés es mucho más delgada que en un adulto y, por lo tanto, mucho más permeable a los agentes externos. La piel, que está debajo, es cuatro veces más delgada. Las glándulas sebáceas que producen sebo (secreción oleosa en la superficie de la piel) y las glándulas sudoríparas (que liberan sudor) aún no son completamente funcionales. La película hidrolipídica de superficie, que consiste en agua y grasa, no juega su barrera, la piel de su hijo es muy frágil y sensible al ataque.
1. El daño de la piel es común en un niño.
- Las glándulas sebáceas están activas durante la vida fetal. Solo se vuelven completamente maduros a medida que su hijo crece. Pero al nacer, bajo la influencia de las hormonas maternas, a menudo secretan un exceso de sebo. Consecuencia: la piel de su recién nacido a veces es muy grasa con, por ejemplo, en la cara, pequeños granos blancos (granos de milium) hechos de sebo.
- Del mismo modo, contener el sudor puede crear pequeñas ampollas de agua llamadas «sundania» o «bourbouille». La dermatitis seborreica puede manifestarse por enrojecimiento de la cara o el cráneo, a través de la formación de costras de leche. Finalmente, los bebés existen en forma de pequeños granos rojos, o incluso acné real idéntico al de los adolescentes.
- Estar seguro ! Estas deficiencias desaparecen unas semanas después de que nació su bebé.
2. Su piel es muy sensible al ataque.
- Cuando los cambios son insuficientes, la orina y las heces se debilitan debajo del pañal. Del mismo modo, los detergentes (jabones y otros limpiadores) pueden ser particularmente agresivos asociados con el contacto prolongado con el agua, por ejemplo en un baño excesivamente largo, o cuando la barrera cutánea se ve alterada por la dermatosis, como la dermatitis atópica o la dermatitis de los glúteos. La fricción de la piel promueve la pérdida de agua de la epidermis: su hidratación disminuye y la capa de lípidos cambia. La piel de su hijo se vuelve muy seca y se pela.
- Tenga en cuenta que la flora bacteriana que coloniza la piel desde los primeros días de vida es crucial para su buen equilibrio (ecosistema) y puede verse afectada por medidas de higiene inadecuadas.
3. En un niño, el riesgo tóxico de un producto es mayor
- La relación entre el área de la piel y el peso es mucho mayor en los bebés que en los adultos. La concentración de un producto en los tejidos será mayor en el niño para la misma superficie de aplicación. La misma crema para adultos y niños tiene consecuencias muy diferentes.
- Además, su hijo es más sensible al riesgo de intoxicación debido a su inmadurez del hígado, los riñones y una debilidad importante en la barrera entre la sangre y el cerebro.
- Recuerde: los componentes más tóxicos de su piel son el alcohol y los aceites esenciales hasta la edad de 3 años.
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