En los resfriados, los bebés son particularmente vulnerables porque sus sistemas de control de temperatura aún son inmaduros. La Dirección General de Salud recuerda las medidas más importantes que deben tomarse para protegerlos.
¿Cuáles son los riesgos para los niños pequeños?
- Temperaturas negativas, viento helado, nieve … todos estos riesgos meteorológicos que pueden ser perjudiciales para la salud de los recién nacidos y bebés. Su capacidad para adaptarse a los cambios de temperatura no es tan efectiva como un niño o un adulto para combatir el frío. Además, el niño muy pequeño no realiza ninguna actividad física que le permita calentarse y no puede expresar que tiene frío.
- El frío reduce los vasos sanguíneos. Como resultado, las extremidades de las extremidades están menos regadas. Por lo tanto, las manos y los pies están sujetos a daños por heladas si están mal protegidos. El resfriado también puede conducir al desarrollo de infecciones broncopulmonares. Por lo tanto, es importante estar más alerta. Evite sacar a su hijo del refrigerador a menos que sea absolutamente necesario.
Tienes que salir? Protégelo bien
- Si todavía tiene que salir con su hijo, evite colocarlo en un portador, que puede comprimir sus extremidades inferiores y causar congelación. Es mejor tener a su bebé en sus brazos, una carriola o una carriola para que pueda moverse regularmente para calentarse.
- Asegúrese de que esté vestido abrigado y protegido del viento, especialmente cuando duerme, multiplicando las capas en lugar de usar una sola prenda muy gruesa. No olvide los mitones o sombreros, ya que la cabeza es parte del cuerpo a través de la cual puede ocurrir una pérdida de calor de hasta el 30%.
- Cuando transporte en automóvil durante un clima muy frío, planifique el riesgo de ser bloqueado por el mal tiempo con su hijo: lleve ropa abrigada, mantas y pañales a su hijo. Si no está amamantando, traiga suficientes bebidas calientes (biberones con una tapa aislada) y al menos una comida si tiene una dieta diversificada.
Te quedas en casa: algunas instrucciones
El monóxido de carbono (CO) es un gas muy tóxico. Se produce en una combustión pobre de madera, carbón, combustible para calefacción, gas, propano, etc., que se utiliza para dispositivos de calefacción o para producir agua caliente.
- Asegúrese de que los dispositivos de ventilación y calefacción funcionen correctamente, que deben mantenerse y verificarse cada invierno antes de su uso. Si es necesario, llame a un profesional para verificar la función correcta.
- No sobrecaliente las estufas de leña o los calentadores auxiliares debido al riesgo de incendio y envenenamiento por monóxido de carbono.
- Para garantizar la necesaria renovación del aire en su hogar, no bloquee los agujeros de aire y ventile su hogar todos los días, incluso si la temperatura es muy baja.
Protéjalo del frío: consejos de nuestro especialista.