Por un tiempo te has dado cuenta de que tu pequeño comportamiento ha cambiado. Él, que suele ser feliz, se ha quedado callado. Además, parece perturbado y adopta comportamientos que te preocupan. Un psiquiatra infantil indudablemente podrá ayudar al niño a mejorar.
¿Qué papel tiene un psiquiatra infantil?
- Al igual que los adultos, a veces sucede que los bebés experimentan cierta angustia psicológica. La tarea del psiquiatra infantil es, por un lado, determinar las causas de este malestar y, por otro, seguir a sus pacientes jóvenes hacia un estado psicológico más tranquilo.
- Primero, los psiquiatras infantiles hablan con los padres para descubrir el problema. Así podrá detectar la naturaleza de sus preocupaciones y explicarles en detalle los métodos para cuidar al niño. Por supuesto, su papel también será comprender su ansiedad y calmarlos: sea cual sea la situación, realmente no es tan dramático como imaginan.
- Luego, después de conocer al niño, el psiquiatra infantil crea apoyo personal. El examen clínico, la música, el dibujo, los juegos y la observación son las herramientas de análisis más utilizadas por los psiquiatras infantiles.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo al psiquiatra infantil?
- Independientemente de la edad, el bebé experimenta una amplia gama de emociones, sentimientos y emociones. Algunos, como los juegos de seguridad emocional, masajes y despertar, son muy agradables y participan en su desarrollo. Otros, por otro lado, son más difíciles de vivir para un niño pequeño. Especialmente pensamos en el estrés repetido, en cualquier tensión en la familia o incluso en la ansiedad.
- Cuando es demasiado pequeño para expresar su sufrimiento en palabras, el niño mostrará su malestar psicológico de una manera completamente diferente. La mayoría de las veces adopta un comportamiento que no ha usado para usted.
- Aquí hay algunas señales a las que debe prestar especial atención: su pequeño evita la mirada y parece estar cerrado a sí mismo, ya no busca tanto como antes de su contacto físico, ya no babes, ya no sonríe y responde más a su voz, llora más de lo habitual, está anormalmente tranquilo o, por el contrario, particularmente molesto, ya no encuentra sueño o reanuda sistemáticamente todas las comidas.
- No dude en buscar el consejo de un psiquiatra infantil cuando la situación persista. De hecho, estas manifestaciones somáticas permiten a los niños decirle que no le está yendo bien. ¿Qué está buscando sobre todo? Que su incomodidad se escuche y se tenga en cuenta. Si siente que entiendes su sufrimiento, inmediatamente se sentirá tranquilo y aliviado.
Leslie Verrier