Es difícil llevar a un bebé que tose: ¡este síntoma preocupa y da la impresión de que está luchando por recuperar el aliento! Sin embargo, ¡la tos es buena! Explicaciones y soluciones.
- La tos no es una enfermedad: es un síntoma causado por una irritación en la garganta, tráquea o tráquea. Suele presentarse en un contexto infeccioso (rinocerontes, bronquitis, bronquiolitis, etc.).
- Es difícil llevar a un bebé que tose: este síntoma preocupa y da la impresión de que está luchando por recuperar el aliento. Por supuesto, la tos no es muy agradable, menos aún cuando es una tos seca: se ajusta al neumático, puede ser dolorosa y provocar ardor y contracciones musculares en el pecho.
- Aunque es incómodo, es muy útil. Ya sea grasa o seca, esta tos juega un papel importante en la cicatrización: elimina las secreciones y evita que se acumulen en los bronquios. ¡Al toser, su pequeño obtiene su propio fisioterapeuta respiratorio!
Jarabe, diluyente: para olvidar
- El jarabe para la tos no es una buena idea: la tos debería poder hacer su trabajo.
- Afssaps (autoridad francesa de seguridad de productos sanitarios) emitió una declaración clara en 2010: este texto contraindica varios jarabes para la tos para niños menores de 2 años, así como medicamentos destinados a diluir las secreciones bronquiales. . Se han observado demasiados efectos secundarios no deseados, especialmente en casos de dificultad respiratoria y empeoramiento de la bronquiolitis aguda en bebés.
¿Qué soluciones?
- Alivia a tu hijo ventilando el aire (con un tanque de agua colocado en el radiador o un humidificador). Hidratado, sus vías respiratorias se irritan menos, las secreciones fluirán más fácilmente.
- Consejos de Homeo: Potasio bichromicum 5 CH para la tos grasa. Coralium rubrum 5 CH si está seco (3 gránulos varias veces al día).
- Si su hijo está muy avergonzado, el médico puede recetarle un aerosol: inhalará vapor que contiene un corticosteroide destinado a reducir la inflamación en los bronquios, a veces también un broncodilatador para reducir los espasmos bronquiales.
Isabelle Gravillon
© Revista SuEducacionEmocional
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