¿Qué pasa si cambiaste de libro, intentaste inventar una historia para contarle a tu hijo? Si crees que no puedes o te falta imaginación, aquí hay algunos consejos para comenzar …
1. Una contradicción para comenzar
- Para crear algo de tensión, Comience su historia con una contradicción dinámica. Por ejemplo: «Había una vez un pájaro que no podía cantar» o «Había una vez una mariposa que no podía volar». Comenzar con un escenario inusual requiere una solución al problema y el resto de la historia se vuelve más fácil de imaginar.
2. Detalles para visualizar mejor a los personajes.
- Para hacer la historia más viva, describe a tus personajes tanto como sea posible para que sean atractivos. Entonces tu gato en realidad será: «Héctor el gato, que perdió la cola en una pelea cuando era pequeño». Cuanto más rica sea su historia, más probabilidades tendrá de que su hijo responda haciendo preguntas. Y sí, primero, ¿con quién peleó con este Héctor?
3. Números cerca de su hijo
- Conoce a tus personajes sentimientos conocidos por su hijo: tristeza, ira, miedo … Sin recurrir a lecciones morales, puede adaptar las situaciones a su experiencia: «Pipino el osito que no quiso comer su sopa».
4. Una historia = un final
- Tu historia debería llevar a tus personajes a una meta. Si tu mariposa no puede volar, ¿qué pasa ahora? Y el pájaro, ¿encontrará su voz? Su situación inicial debe llevarlo a un final razonable.
5. ¡Juega!
- Inventa voces para tus personajes y no dude en emular sus acciones, hará reír a su hijo. ¿Sientes que estás haciendo demasiado? ¡A tu hijo le encanta!
Stéphanie Letellier
Todas nuestras historias nocturnas.