Un placer que se puede compartir muy pronto como familia: cocinar a cuatro manos, padre e hijo unidos en torno a una receta. Dulce o salado, depende de ti, es una buena idea de todos modos. La prueba en 7 preguntas.
1. ¿Por qué es una buena idea cocinar con su hijo?
- Esta es una buena idea porque cocinar es una actividad divertida, creativa y muy enriquecedora para un niño. Apela a todos sus sentidos (gusto, vista, tacto, olfato …) y brinda la oportunidad de pasar un buen rato juntos. Primero hacemos algo juntos, luego estamos orgullosos de ofrecerlo al resto de la familia o de ofrecerlo si es, por ejemplo, un pastel de cumpleaños, y finalmente lo disfrutamos juntos. .
2. ¿Desde qué edad puedes cocinar con un niño?
- Un niño pequeño de 3 años puede comenzar, por ejemplo, a revolver la masa en un pastel con una cuchara de madera, agregar uno por uno los ingredientes que se preparan y pesan. También le encantará decorar un pastel con pequeños dulces de colores, Smarties u otros dulces. Esto le permite practicar sus habilidades motoras finas.
- A partir de los 5 años, un niño puede realizar tareas más precisas y sensibles: puede aprender a romper huevos, ¡lástima si destruye algunos! Puede pelar una manzana por su cuenta, medir la harina, el azúcar, la leche con un vaso o una olla de yogur …
- Luego, cuando el niño puede leer, y se vuelve más hábil, entre 6 y 8 años, puede leer la receta por sí mismo, comenzar a cortar ciertos alimentos por su cuenta, usar la balanza para pesarlos.
- Finalmente, de 9 a 10 años, siempre bajo la atenta mirada de un padre, puede encender el horno, usar la batidora eléctrica y otros instrumentos de cocina … Cocinar también es una oportunidad para hacer sus primeros intentos de química cuando las claras de huevo se vuelven nevadas, cuando la mantequilla o el chocolate se derrite y se vuelve líquido. ¡Una forma muy concreta y divertida de hacer ciencia!
3. Si tenemos un niño al que no le gusta comer en absoluto o que no es codicioso, ¿deberíamos evitar ofrecerle tales actividades?
- Por el contrario … cocinar con él puede ser una forma de hacer que pruebe sabores que no le gustan. Es una buena manera de lograr que redescubra ciertas verduras, en diferentes formas: crudas o cocidas, en puré, en mousse o en pequeños palitos … Lo ideal, si tiene tiempo, es comenzar el taller de cocina comprando en el mercado. Nombramos frutas o verduras, aprendemos a elegir las que están maduras, nos damos cuenta de que no tienen la misma forma en el comerciante que en su plato …
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